Un médico alemán quiere comercializar sus cadáveres plastinados

EFE, BERLIN

El médico alemán Gunther von Hagens, inventor de la técnica de la plastinación que permite conservar cadáveres humanos y exponerlos en todo tipo de posturas con sus músculos, huesos o vísceras a la vista, quiere comercializar sus creaciones para hacerlas llegar también a manos de particulares.

El polémico profesor, que exhibe por todo el mundo sus creaciones en las exposiciones denominadas Body worlds, cuenta con tal flujo de donantes de cuerpos que le sobra material para sus exposiciones.

Actualmente, está obteniendo un gran éxito en Barcelona la exposición Bodies... The exhibition, de la empresa estadounidense Premier Exhibitions Inc., con una técnica y unos objetivos didácticos distintos a los de Von Hagens, según han explicado los organizadores.

Cortes a 12.000 euros

Tras mejorar aún más la técnica de la plastinación, el equipo de técnicos de Von Hagens en su taller de la localidad alemana de Guben es ya capaz de "producir de forma rápida y barata grandes cantidades de alta calidad", según declara la asistente del médico, Nadine Diwersi, en el rotativo Bild.

El laboratorio de Von Hagens ofrece actualmente a facultades de medicina y centros de investigación cortes de cadáveres con plastilina en rodajas longitudinales, de la cabeza a los pies, a 12.000 euros y por 100.000 euros los ocho cortes que forman un solo cuerpo. Un cadáver cortado en 230 rodajas transversales es comercializado con fines científicos por 31.000 euros.

Los progresos en la producción de cadáveres plastinados permitirán vender rodajas transversales a 250 euros la pieza para que cualquiera pueda darse el lujo de mostrar una creación de Von Hagens en su propio hogar.

Consultas a los abogados

Diwersi explica que los abogados del profesor estudian actualmente cómo comercializar sus plastinaciones sin atentar contra la legislación vigente, que solo permite el uso de cadáveres para fines científicos y considera cualquier otra opción una profanación castigada por la ley.

La asistente del controvertido profesor se muestra además optimista al asegurar que "en tres o cuatro meses cualquiera podrá adquirir una rodaja en internet o en el Plastinarium", el taller donde Von Hagens prepara los cadáveres.