Acusado de maltratar a su novia un hombre que antes fue mujer

RAMÓN FERRANDO

Un fiscal solicita que uno de los primeros transexuales españoles que se sometió a una operación de cambio de sexo para ser un hombre sea condenado a seis años y medio de prisión por presuntamente maltratar a su novia. La lucha del alicantino Alejandro G. B-M. por dejar de ser mujer saltó hace 16 años a los medios de comunicación. Ahora su caso ha vuelto a salir a la luz pública por sacar lo peor de su nueva condición de hombre.

Según el escrito de acusación del fiscal, Alejandro G. B-M. no pudo superar que su novia decidiera abandonarlo el verano pasado después de cuatro años de relación. El transexual le acababa de regalar un caballo y no entendía por qué lo dejaba su compañera. El 23 de junio de 2003 presuntamente se acercó a ella con intención de reanudar la relación y al ver que no tenía éxito le dijo que la iba a «matar, voy a rajar el caballo y te voy a dar un puñetazo a ti y a tu madre. Te voy a dar un golpe que te vas a hundir en el suelo», siempre según el fiscal.
Un día después se cruzó con su ya ex pareja en la Plaza Nueva, discutió con ella, presuntamente le pegó una bofetada y le advirtió que «si me denuncias te mato. Me voy a cargar el caballo», según el escrito de acusación.
El juez de guardia decretó el 3 de julio de 2003 una orden de alejamiento de seis meses para proteger a la supuesta víctima.
A pesar de la orden de alejamiento, el acusado presuntamente abordó el 2 de agosto a su ex compañera en la calle Labradores, le hizo fotografías a escasa distancia y, tras insultarla, le indicó que «te voy a machacar en el juicio. Como no me hagas caso todo va a ir a peor» y le propinó un empujón, según el fiscal. Unos días después el imputado amenazó a su ex novia con matarla si no retiraba la denuncia.
El fiscal y la acusación particular, que ejerce el letrado Sigfrido Gomis-Iborra, piden que el acusado sea condenado a seis años y medio por los delitos de amenazas, lesiones, obstrucción a la justicia y quebrantamiento de medida cautelar.
El juicio se iba a celebrar ayer en los juzgados de Benalúa, pero fue suspendido hasta el mes de septiembre. El acusado se limitó a decir fuera del juzgado que era inocente.