No conviene fornicar en el coche con luna llena

Especialmente si uno decide hacerlo en territorio italiano. El Tribunal Supremo de este país ha establecido la licitud de la coyunda automovilística en lugares apartados y con las persianas bajadas, pero no así si no existieran las persianas y cupiera la posibilidad de que algún viandante se percatara de los trajines del interior del vehículo. El alto tribunal ha confirmado, así, la condena a una prostituta brasileña, descubierta ligera de atavíos y en plena faena con un cliente dentro del coche de éste, aparcado en un pueblecito de Umbria. Los jueces, claramente partidarios de castigar el pecado de pensamiento, aseguran que el delito de obscenidad "se perfecciona independientemente de la visión concreta de los actos por parte de terceros", resultando suficiente para considerarlo la simple "posibilidad de visión", incluso en ausencia total de espectadores. Si las normas fueran extrapolables, sería todo un aviso para el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, porque hay que ver lo muchísimo que se delinque en la Casa de Campo sin persianitas ni nada, y sin necesidad de esperar a la luna llena.