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El primer error a trompeta, pero el enésimo con los himnos nacionales

El 'Himno de Riego' ya fue interpretado por error en 1967, en un partido de la selección de fútbol en Praga contra Checoslovaquia
Publicada : 28/11/2003   /   Cazada por: Ojkitar   /   Comentarios (2)

EFE / MADRID

La equivocación de James Morrison, un reputado trompetista australiano de 41 años, en su "solo" del 'Himno de Riego' en la presentación de la final de la Copa Davis puede ser considerado como el primero que se produce a trompeta, pero el enésimo que enturbia una competición deportiva.

El historial de esos desaguisados musicales excluye, en este caso, a Morrison, quien está considerado como el mejor intérprete de jazz de su país -aunque desafinó en las notas agudas del llamado Himno de Riego- y que llegó a tocar sin tacha el himno estadounidense a Bill Clinton en Camberra, en 1996. Salvado el trompetista, aunque no su "solo", este nuevo error con el himno de España viene a ensanchar más aún la amalgama de fallos de este calibre que se presentan por sorpresa en los actos que preludian los acontecimientos deportivos.

Con el mencionado 'Himno de Riego', España ya sufrió un desplante en 1967, en el partido que la selección de fútbol jugó en Praga frente a Checoslovaquia. En el estadio, con las dos selecciones formadas en el centro del terreno de juego, sonó el 'Himno de Riego' en vez del oficial. Más tarde se supo que era la única partitura que tenían a mano. El fallecido presidente federativo José Luis Costa protestó airadamente y recibió todo tipo de explicaciones. Los jugadores españoles, que pensaban que era el himno local, se mantuvieron en posición de firmes.

En fecha mucho más reciente, el 29 de julio de 2001, el equipo español de waterpolo derrotó a Yugoslavia por 4-2 en la final del Mundial disputada en Fukuoka (Japón). Los jugadores, ya en el podio con sus medallas de oro en el cuello, no imaginaban que durante el izado de la bandera española un "fallo técnico" iba a impedir escuchar por megafonía el himno. Los organizadores, incapaces de subsanar el error, pidieron a los waterpolistas españoles que cantaran "a capela" su himno, lo que hicieron tarareando una letra ficticia.

En presencia de Urdangarín

En otro Campeonato del Mundo, el de balonmano disputado en El Cairo en verano de 1999, y cuando Iñaki Urdangarín ya era prometido de la Infanta Cristina, la selección española escuchó impertérrita el himno de Marruecos en los instantes previos al partido que les debía enfrentar con Argentina.

Al tiempo que los jugadores se miraban de reojo puestos en pie, con Urdangarín reservado ese día en la grada, el presidente de la Federación Española, Jesús López Ricondo, saltó a la cancha preso de ira, y con aspavientos y señas intentó sin éxito deshacer el entuerto en la mesa de anotadores.

En el partido de la Liga Mundial de voleibol de 1999 disputado en Winnipeg entre Canadá y España, los organizadores omitieron el himno español antes del choque, aunque intentaron después paliar los efectos de su "lamentable error" con unos obsequios al equipo visitante.

Con otros himnos

Sin embargo, se registran en la historia reciente del deporte errores parecidos que, lejos de restañarse con ofrendas, acaban en conflictos diplomáticos severos.
Tal fue el caso ocurrido con el himno ecuatoriano en los Juegos Bolivarianos celebrados en Perú, en octubre de 1997. La ecuatoriana Martha Tenorio, ganadora de la prueba de los 10.000 metros en atletismo, se llevó un disgusto cuando en el momento de ser premiada se escucharon las notas del himno de Perú y no del de su país. El incidente, que fue calificado como un simple error por los organizadores, generó una protesta formal por parte de la delegación ecuatoriana y puso la primera nota discordante entre las dos delegaciones, cuyos países intentaban entonces avanzar en su tenso proceso de pacificación tras enfrentarse en una guerra en 1995.

El 6 de agosto pasado en un partido de fútbol de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, los responsables de la megafonía cogieron un disco de himnos con el rótulo Colombia, cuando en realidad era el de Brasil. La banda reaccionó e improvisó el himno colombiano. Además, en el sistema de sonido hubo problemas y no se pudo reproducir el himno de Cuba, por lo que los jugadores de este país y algunos que estaban en el estadio decidieron cantarlo a viva voz.

Antonio García, que fuera utillero del equipo español de fútbol en la Copa del Mundo de 1994, sigue siendo, por el momento, el hombre más previsor que jamás haya tenido España en una selección deportiva de elite. García se encargaba habitualmente de guardar en equipaje de la selección una bandera, un casete y un disco del himno español cada vez que viajaba con el equipo. Cuando surgían problemas de última hora, allí estaba Antonio García. Quizá su presencia en Melburne habría evitado el error emanado de la trompeta del insigne Morrison

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Comentarios antiguos

  • 08/10/2004 rmp

    viva la republica

    21/03/2011 La tercera

    ¡y abajo los chinchorros!